Ojalá lloviera mucho, tanto que hasta con las ventanas cerradas pudiera oír el sonido de las gotas al chocar contra el suelo. Eso me relaja. Me lava el cerebro, me lo llena de agua, dejando que todo flote y vaya saliendo por cualquier rincón. Una pequeña liberación, quizás. La lluvia puede con mi sequía de no querer enseñar los dientes y me hace un préstamo para enseñarlos un rato. Lo peor de todo, es no tener a quién los aprecie. 
La echo de menos,
casi tanto como te echo de menos a ti.
jueves, 27 de enero de 2011
me quiero morir pero sin deciros nada.
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Ami también me relaja escuchar llover, he de decir que yo últimamente fuerzo mi sonrisa.
ResponderEliminarPueeeeeeeeeees, mi grupo se llama Paradise For one y hacemos Rock alternativo ñalsñalsa
ResponderEliminarGracias por mirar nuestras cositas *___*
Jajajajajajaja, ich liebe dich. :33333
Que NADIE te borre la sonrisa, no hagas que tu felicidad dependa de otra persona :) No pidas un préstamo, luego lo tendrás que devolver con intereses...todo se paga.
ResponderEliminarY además la lluvia desprende algunas de las mejores fragáncias: ozono y aromas de hierbas humedas.
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